Veamos cómo debe ser una educadora en una guardería:

​

-Capacitación: En las guarderías se trabaja con niños de todas las edades incluso con bebés. Por ese motivo deben saber exactamente cómo cuidarlos y educarlos planeando distintas actividades y estrategias que ayudan a los más pequeños a empezar a demostrar todas sus cualidades y conocimientos. También tienen que tener conocimientos de primeros auxilios y reconocer cualquier tipo de síntoma de enfermedades infantiles e incluso abuso infantil, sobre todo cuando el niño tiene cambios de comportamiento.

​

-Actitud: Los niños tienen esa cosa de imitar a los grandes que están a su alrededor. Por ese motivo, la educadora en una guardería debe tener en cuenta que cada una de sus actitudes puede ser vista por otro niño que querrá copiarla o imitarla. Tiene que ser un modelo a seguir positivo para todos. Evitar gritar, pegar, empujar o insultar es clave para que ninguno vea ese tipo de acción y quiera repetirlo en casa o con otro compañero.

 

-Disciplina: A pesar de que la mayoría de las veces son juegos los que se realizan en clase, la educadora en una guardería tiene que tener la capacidad de poner la disciplina necesaria para que se realicen las actividades marcadas y se cumplan las reglas. Los limites deben de ser claros para todos los niños, y no debe haber preferencia por ninguno de ellos, de lo contrario podrían aparecer actitudes y sentimientos negativos en algunos de ellos.

 

-Interactuar con los niños: la interacción constante con los niños es básico para una educadora en una guardería. Generalmente se tratan de personas con gran vocación que disfrutar estar con niños. Esto conlleva tanto las partes positivas como las negativas, ya que tiene que también controlar y saber manejar las rabietas, el desorden y la mala conducta que puede tener algún niño o incluso el focalizarse en ayudar a niños con dificultades o capacidades diferentes.